La salsa brava, obviamente con las patatas bravas, son uno de los platos que siempre pueden estar a la hora de tomar unas tapas con los amigos con una cerveza bien fría. Muchas de ellas son auténticas maravillas y otras no tanto y se sirven con infinidad de salsas, pero la salsa tradicional para ellas es la salsa brava.

La receta tal cual tampoco es que exista fielmente documentada, es cuestión de que cada maestrillo trabaja con su receta particular, pero básicamente hablamos de una salta de tomate con algunos ingredientes picantes y vinagre, el resto podrían ser algunas especias. No vamos a decir aquí que tiene mucha relación con el mojo rojo o mojo picón canario, pero en un momento dado podría tener mucho parecido.

No solo acompaña patatas, te funcionará con cualquier cosa, como carne, verduras e incluso pescados. Eso sí aunque la receta sea versátil y tenga diferentes planteamientos, unas patatas bravas no son con salsa ketchup y salsa mayonesa, eso es otra cosa, que no digo que no estén buenas, pero no es lo mismo.

Ingredientes de la salsa brava

Los ingredientes para hacer una salsa brava es probable que los tengamos  todos en casa, así que no tendremos problema en improvisar unas bravas para tomarnos el vermut el domingo de turno con la familia en casa. Estos son:

  • Salsa de tomate casera. Puedes hacerla usando nuestra receta de salsa de tomate.
  • Dos cucharadas de azúcar moreno.
  • Dos dientes de ajos.
  • Una o dos pimientas de cayena.
  • Una cucharada de comino molido.
  • 100 ml de vino blanco.
  • Salsa tabasco.
  • Cebolla.

Preparación de la salsa brava

Lo primero que tenemos que hacer para preparar una buena salsa brava es sofreir ciertos ingredientes, así que pelamos los ajos, cogemos la pimienta de cayena y el comino y a la sartén o la cazuela para sofreir ligeramente con el aceite de oliva. Mucho cuidado no se nos quemen los ajos porque dejará una mal sabor en la salsa.

Cuando ya estén los ajos empezando a dorarse es cuando debemos añadir el vino y dejar que reduzca. Todo esto a fuego lento y si vamos removiendo un poco más que mejor.

Agregamos la salsa de tomate y seguimos a fuego lento unos 15 minutos. Si vuestra salsa de tomate puede estar algo ácida recordad que podéis añadirle algo de azúcar o incluso miel para rebajar el sabor y conseguir un toque interesante.

Finalmente lo trituramos y si nos interesa que esté más espesa podéis plantearos el típico truco del pan frito molido.

Otras recetas que te podrían gustar